La multinacional siderúrgica ArcelorMittal ha manifestado su intención de reanudar las inversiones en su programa de descarbonización en Europa, siempre que la Unión Europea implemente con celeridad su plan de acción para el acero y los metales, presentado en marzo. Esta declaración fue realizada por el CEO de la compañía, Aditya Mittal, durante la presentación de los resultados del primer trimestre de 2025, donde se evidenció una caída del 14% en los beneficios, alcanzando los 707,5 millones de euros.
En noviembre del año anterior, ArcelorMittal había decidido suspender sus principales inversiones en descarbonización en Europa, que incluían la sustitución de uno de los hornos altos en Gijón por una planta de reducción directa de mineral de hierro utilizando hidrógeno verde. Esta decisión se debió a la falta de viabilidad en un contexto marcado por el aumento de las importaciones de acero, los altos precios de la energía y la ausencia de políticas de apoyo por parte de la UE.
La crisis en el sector del acero ha llevado a la Comisión Europea a aprobar un plan de acción que contempla medidas como defensas comerciales, el fortalecimiento del mecanismo de ajuste en frontera por carbono (CBAM) y estrategias para incentivar el consumo de acero con bajas emisiones de carbono. Mittal destacó que este plan es una señal crucial de que Europa está dispuesta a proteger industrias estratégicas como la del acero de la competencia desleal. Sin embargo, enfatizó que es fundamental que se implemente rápidamente para que la industria siderúrgica europea pueda recuperar su competitividad y continuar invirtiendo en el futuro.
Desde la multinacional se ha indicado que si se observa un acceso rápido a energía competitiva, un CBAM eficaz y nuevas defensas comerciales, la compañía podrá reconsiderar sus prioridades de inversión en el segmento europeo.
### Resultados Financieros y Perspectivas de Inversión
En cuanto a los resultados financieros, ArcelorMittal reportó un beneficio neto de 707,5 millones de euros en el primer trimestre de 2025, lo que representa una disminución del 14,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Durante los primeros tres meses del año, el resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo siderúrgico se situó en 1.388 millones de euros, un 19,2% inferior al del año anterior. Los ingresos también se vieron afectados, con una reducción del 9,1%, alcanzando los 13.000 millones de euros.
Mittal comentó que, a pesar de los desafíos geopolíticos, los márgenes son «sólidos». Sin embargo, advirtió que es necesario ser cauteloso respecto a las perspectivas a corto plazo, ya que la creciente incertidumbre en el comercio mundial está afectando la confianza empresarial y podría provocar mayores perturbaciones económicas si no se resuelve rápidamente.
En el ámbito operativo, la dirección de ArcelorMittal en Asturias ha propuesto operar con un único sínter, donde se prepara el mineral de hierro, y dos hornos altos, dado que se espera que uno de los dos sínter de la planta de Gijón finalice su vida útil a finales de este año. Durante el primer trimestre, la compañía continuó operando con dos hornos altos a un nivel de producción bajo y se prevé que esta situación se mantenga durante el segundo trimestre, aunque uno de los hornos (el B) se encuentra inactivo debido a problemas derivados de un apagón reciente.
Asturias se mantiene como la segunda región dentro del grupo en Europa en cuanto a costes por bobina, y las pérdidas significativas en el alambrón se ven compensadas en parte por ganancias en el sector de carriles. Para este año, la inversión prevista es de 150 millones de euros, lo que refleja un compromiso continuo con la operación y la mejora de la infraestructura.
La situación actual de ArcelorMittal en Europa es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria del acero en un entorno económico incierto. La necesidad de políticas efectivas y rápidas por parte de la UE es crucial para garantizar la viabilidad de las inversiones en descarbonización y la competitividad de la industria siderúrgica en el futuro. La empresa está en una encrucijada, donde las decisiones que tome en los próximos meses podrían definir su rumbo en el continente europeo y su capacidad para adaptarse a un mercado en constante evolución.