La crisis de incendios que ha azotado Galicia ha puesto en el centro del debate político la gestión del Gobierno central. Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, ha expresado su frustración ante la reticencia del Gobierno de Pedro Sánchez para movilizar al Ejército en la lucha contra el fuego. En una reciente entrevista, Rueda argumentó que la intervención militar podría haber sido crucial desde el inicio de la emergencia, especialmente en tareas de evacuación y protección de las comunidades afectadas.
### La necesidad de movilizar recursos
Rueda ha señalado que, a pesar de la gravedad de la situación, el Gobierno no mostró disposición para utilizar los recursos del Ejército, algo que considera esencial en momentos de crisis. «Tuvimos que convencer a Sánchez, ponerle casos prácticos en la reunión que tuvimos en Ourense de por qué necesitábamos al Ejército», afirmó. Esta falta de acción ha llevado a Rueda a cuestionar la eficacia del Gobierno en la gestión de emergencias, recordando que durante la pandemia de COVID-19 se utilizaron efectivos militares sin inconvenientes.
El presidente gallego también ha defendido que su administración no ha solicitado recursos imposibles, sino que ha hecho una petición realista basada en las necesidades urgentes de la situación. En su opinión, la prioridad debería haber sido la movilización de medios para combatir los incendios y proteger a la población, en lugar de discutir sobre pactos de Estado relacionados con el cambio climático.
### Críticas a la gestión de las comunicaciones
Además de la falta de recursos, Rueda ha criticado la gestión de las comunicaciones por parte del Gobierno central. En particular, se refirió a la suspensión de la conexión ferroviaria entre Madrid y Galicia, lo que ha generado un aumento en los precios de los vuelos y ha dificultado la movilidad de los ciudadanos. «Si en vez de cortarse las comunicaciones con el noroeste, se cortan con el noreste, estoy seguro de que el Gobierno se habría ocupado de dar alternativas a esa gente», comentó, sugiriendo que la atención del Gobierno está sesgada según la región afectada.
La Xunta ha estado trabajando para proteger las zonas habitadas y las industrias, priorizando la preservación de la vida y los negocios frente a la extinción de los incendios en áreas menos pobladas. Rueda ha defendido el trabajo de su gobierno, aunque ha reconocido que no todo se ha hecho de manera perfecta. «No le digo que todo se hiciera bien y estuviera al 100 % en absoluto. Pero los disparates que escuchamos, que es casi como decir que todo esto pasó por un capricho y negligencia absoluta de la Xunta, es bastante injusto para todo el mundo», expresó.
### Ayudas económicas y recuperación
En medio de esta crisis, la Xunta de Galicia se enfrenta a un desafío adicional: la estimación de las ayudas económicas necesarias para mitigar los efectos de los incendios. Aunque aún no se ha determinado una cifra exacta, Rueda ha anticipado que serán «millones de euros». La prioridad del Gobierno gallego será agilizar estas ayudas y atender primero a quienes han perdido su residencia habitual debido a los incendios.
La situación actual ha puesto de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva ante emergencias de esta magnitud. La falta de recursos y la gestión de las comunicaciones son solo algunos de los aspectos que han sido objeto de críticas en este contexto. Rueda ha instado a que se tomen medidas inmediatas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro, enfatizando la importancia de estar preparados ante desastres naturales.
La crisis de incendios en Galicia no solo ha afectado a la población local, sino que también ha generado un debate más amplio sobre la gestión de emergencias en España. La respuesta del Gobierno central y la colaboración con las comunidades autónomas serán cruciales para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático y la creciente frecuencia de fenómenos extremos. La situación actual es un recordatorio de que la preparación y la acción rápida son esenciales para proteger a las comunidades y minimizar los daños en situaciones de crisis.