En el marco de la Semana Negra, el escritor y periodista Pablo Antón Marín Estrada presentó su nuevo poemario titulado ‘El cuadernu de tierra’. Este trabajo, que se adentra en el dolor y la memoria histórica, busca dar voz a aquellos que han sido olvidados, especialmente a las víctimas de las fosas comunes que aún persisten en la geografía española. La presentación tuvo lugar junto al cineasta Ramón Lluís Bande, quien también es escritor, lo que añadió un matiz especial al evento.
Marín Estrada enfatiza que su obra no es simplemente un ejercicio literario, sino un acto de reivindicación. «Toda poesía es política», afirma, y sostiene que incluso las relaciones sentimentales pueden tener un trasfondo político. Esta perspectiva es fundamental para entender la intención detrás de su obra, que se centra en un tema poco habitual en la poesía contemporánea: la memoria histórica y el dolor asociado a ella.
El autor revela que la idea de escribir este poemario surgió de experiencias personales. Su interés por la memoria histórica lo llevó a visitar varias fosas comunes, donde tuvo la oportunidad de hablar con expertos como Paco Etxeberría, arqueólogos y forenses. Estas interacciones no solo le proporcionaron una visión más profunda del trabajo de recuperación de la memoria, sino que también lo inspiraron a explorar el concepto de piedad y su opuesto, la impiedad.
En ‘El cuadernu de tierra’, Marín Estrada presenta cuatro poemas que abordan estos temas. Dos de ellos se centran en las fosas comunes, mientras que los otros dos exploran una necrópolis neolítica y un cementerio contemporáneo, donde descansan sus propios padres. A través de esta estructura, el autor busca conectar el pasado con el presente, invitando al lector a reflexionar sobre la historia y su impacto en la identidad colectiva.
Una de las características distintivas de este poemario es el uso del asturiano, la lengua materna del autor. Marín Estrada considera que este elemento es crucial para la obra, ya que le permite realizar un ejercicio de memoria lingüística. La conexión con su infancia y las historias que escuchó durante su crecimiento, muchas de las cuales estaban impregnadas de un lenguaje crudo y directo, se convierten en una parte integral de su poesía. «Intenté hacer un ejercicio de memoria lingüística, esa lengua oculta en la propia memoria que me devolvía a mi infancia», explica el autor.
La obra no solo es un homenaje a los olvidados, sino también una crítica a la forma en que la humanidad sigue enfrentándose a la violencia y la incomprensión. Marín Estrada menciona que hay una «rabia latente» en su escritura, una frustración ante la incapacidad de las personas para entenderse entre sí y la tendencia a aniquilar al adversario. Esta emoción se traduce en un lenguaje potente y evocador que busca despertar la conciencia del lector.
La presentación de ‘El cuadernu de tierra’ en la Semana Negra no solo fue un evento literario, sino también un espacio de reflexión sobre temas que siguen siendo relevantes en la sociedad actual. La poesía, según Marín Estrada, tiene el poder de abordar cuestiones complejas y dolorosas, y su obra es un testimonio de ello. A través de su escritura, el autor invita a los lectores a confrontar su propia historia y a considerar el papel que la memoria juega en la construcción de la identidad colectiva.
En un mundo donde la historia a menudo se olvida o se ignora, ‘El cuadernu de tierra’ se presenta como un recordatorio de la importancia de la memoria y la necesidad de dar voz a aquellos que han sido silenciados. La obra de Pablo Antón Marín Estrada es un llamado a la acción, una invitación a reflexionar sobre el pasado y a reconocer su influencia en el presente.