El escritor griego Petros Markaris, conocido por su aguda crítica social y su conexión con la Semana Negra de Gijón, ha vuelto a este evento literario para presentar sus dos últimas novelas: ‘La revuelta de las cariátides’ y ‘La ira de los humillados’. En una conversación profunda, Markaris aborda temas contemporáneos como el empoderamiento femenino y la crisis de las humanidades, destacando la importancia de la lucha feminista en la sociedad actual.
Markaris, quien ha estado vinculado a la Semana Negra desde sus inicios, se siente en casa en este festival literario. A pesar de no llevar su icónica pipa, el autor comparte su perspectiva sobre la evolución del feminismo y su impacto en la sociedad. En ‘La revuelta de las cariátides’, el autor destaca cómo las luchas de las mujeres han generado un cambio significativo en Grecia en la última década, aunque no sin un alto costo. «Toda revolución genera sus reacciones violentas», señala, enfatizando que el empoderamiento femenino es una evolución necesaria y positiva.
El autor también reflexiona sobre la conexión entre el feminismo y el proletariado, sugiriendo que ambos movimientos comparten un deseo de descubrir nuevas perspectivas y soluciones a problemas sociales. Markaris subraya la importancia de que los hombres apoyen a las mujeres en su búsqueda de igualdad de derechos, instando a una reevaluación de las perspectivas tradicionales sobre el género y la sociedad.
En su otra novela, ‘La ira de los humillados’, Markaris aborda la violencia juvenil y el declive de las humanidades. Se lamenta de que la generación que luchó contra la dictadura en Grecia ha terminado por adaptarse al sistema, renunciando a sus valores originales. Esta adaptación ha llevado a una desconexión con la realidad, donde muchos jóvenes provienen de familias acomodadas y no conocen las dificultades de la vida cotidiana.
Los jóvenes de su novela, que citan a filósofos clásicos, representan una búsqueda de significado en un mundo donde el éxito material es la norma. Markaris critica el sistema educativo actual, que, según él, no fomenta el debate ni la comunicación, y en su lugar, promueve una cultura de consumo y éxito personal. «Los chicos solo miran sus móviles y no hablan entre ellos», lamenta, sugiriendo que esta falta de interacción contribuye a la deshumanización y al auge de ideologías extremas.
El autor también se pregunta cómo se puede transmitir a los jóvenes la relevancia de las humanidades en un mundo que parece priorizar el éxito económico sobre el pensamiento crítico. Para él, el cambio debe comenzar en el sistema educativo, donde se forman los valores de los jóvenes. Markaris observa que la falta de debate y comunicación ha llevado a una generación que busca soluciones milagrosas a sus problemas, lo que a menudo se traduce en un apoyo a líderes populistas que prometen cambios radicales sin una base realista.
La conexión entre el abandono de las humanidades y el ascenso de la extrema derecha es un tema que Markaris aborda con preocupación. Él argumenta que la falta de pensamiento crítico y la desconfianza en la democracia han llevado a muchos jóvenes a buscar respuestas en ideologías que prometen soluciones rápidas. En este contexto, el autor insta a cuestionar no solo a los líderes políticos, sino también el sistema de creencias que permite que estas ideologías prosperen.
Markaris, con su estilo provocador y reflexivo, invita a la audiencia a considerar el papel de la literatura y el pensamiento crítico en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Su participación en la Semana Negra de Gijón no solo resalta su relevancia como autor, sino también su compromiso con los problemas sociales que afectan a la juventud y a la sociedad en su conjunto.