La historia de Regina García, conocida como ‘La Asturianita’, es un relato de superación, talento y tragedia que ha permanecido en la sombra durante demasiado tiempo. Nacida en Valtravieso, un pequeño pueblo de Valdés, en 1898, Regina se convirtió en una figura emblemática en su época, desafiando las limitaciones físicas y sociales de su tiempo. Su vida, marcada por la adversidad, se ha convertido en el centro de atención gracias a la reciente novela de Pilar Sánchez Vicente, quien ha decidido rescatar su historia del olvido.
### Un viaje de superación y éxito
Desde muy joven, Regina enfrentó desafíos inimaginables. A la edad de seis años, un accidente en la serrería de su padre le costó la pérdida de sus brazos. Sin embargo, lejos de rendirse, Regina se propuso aprender a vivir de una manera diferente. Con una determinación admirable, comenzó a utilizar sus pies para realizar actividades cotidianas, desde tocar instrumentos musicales hasta conducir automóviles. Su talento y su capacidad para superar obstáculos la llevaron a alcanzar un éxito mundial, convirtiéndose en una artista reconocida que deslumbraba a audiencias en todo el mundo.
Regina no solo fue una artista; también fue una defensora de los desfavorecidos. A lo largo de su vida, utilizó su fama para ayudar a su comunidad, invirtiendo en proyectos que beneficiaban a los niños más necesitados de su pueblo. Su compromiso con el bienestar de los demás la convirtió en una figura querida y respetada, y su pueblo, Valtravieso, llegó a ser conocido como Valprogreso gracias a sus esfuerzos.
La novela de Pilar Sánchez Vicente no solo narra la vida de Regina, sino que también destaca su complejidad como persona. Fue una mujer de múltiples facetas: artista, filántropa, madre y defensora de los derechos de las mujeres. En un tiempo en que las mujeres enfrentaban numerosas restricciones, Regina se atrevió a desafiar las normas sociales, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en divorciarse y vivir su vida de manera independiente.
### La tragedia de ‘La Asturianita’
A pesar de su éxito y su impacto positivo en la sociedad, la vida de Regina dio un giro trágico. Durante la Guerra Civil Española, fue acusada injustamente de ser espía y se vio atrapada en un contexto político hostil. Su llegada a Madrid coincidió con el golpe de estado, lo que complicó aún más su situación. La confusión de su nombre con el de otra activista gallega, que compartía su nombre y circunstancias similares, la llevó a ser olvidada en la historia.
Regina fue encarcelada en Las Ventas, donde enfrentó condiciones inhumanas. La vida en prisión fue brutal; padeció enfermedades, adicciones y la soledad extrema que acompaña a la reclusión. La imagen de una mujer sin brazos, luchando por sobrevivir en un entorno tan adverso, es desgarradora. La novela de Sánchez Vicente no solo cuenta la historia de su éxito, sino que también pone de relieve el sufrimiento que Regina soportó en sus últimos años.
La recuperación de la figura de ‘La Asturianita’ es un acto de justicia histórica. Pilar Sánchez Vicente, junto con el músico Rodrigo Cuevas, ha trabajado arduamente para dar visibilidad a esta mujer extraordinaria. La novela es un homenaje a su vida y un llamado a recordar a todas las mujeres que, como Regina, han sido olvidadas por la historia. La escritora ha expresado su deseo de que la historia de ‘La Asturianita’ inspire a nuevas generaciones y que su legado perdure en la memoria colectiva.
La vida de Regina García es un recordatorio de que la lucha por la igualdad y la justicia social es un camino que ha sido recorrido por muchas mujeres a lo largo de la historia. Su historia, aunque marcada por la tragedia, también es un testimonio de la resiliencia humana y la capacidad de superar las adversidades. La novela de Pilar Sánchez Vicente no solo rescata su historia, sino que también invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la importancia de reconocer sus contribuciones, tanto en el pasado como en el presente. La figura de ‘La Asturianita’ merece ser recordada y celebrada, no solo como una artista, sino como un símbolo de lucha y superación.