El reciente apagón que afectó a la península ibérica ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades del sistema energético español, resaltando la necesidad urgente de mejorar las interconexiones con otros países europeos. La vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha mantenido reuniones con su homólogo francés, Marc Ferracci, para abordar este tema crítico y buscar soluciones que eviten que incidentes similares se repitan en el futuro. La escasez de interconexiones con Francia ha sido un problema estructural que el Gobierno español ha decidido enfrentar con mayor determinación tras el colapso energético.
La falta de conexiones adecuadas ha llevado a que España sea considerada una ‘isla energética’, lo que limita su capacidad para intercambiar electricidad con otros países. Actualmente, la conexión entre España y Francia solo permite transportar alrededor del 2,8% de la potencia eléctrica española, muy por debajo de los objetivos establecidos por la Unión Europea. A pesar de que se han diseñado planes para aumentar esta capacidad, los avances han sido lentos y han encontrado resistencia por parte del Gobierno francés.
### La Respuesta del Gobierno Español
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido aprovechar la crisis del apagón como una oportunidad para acelerar la agenda energética del país. Durante su intervención en el Congreso, Sánchez destacó la importancia de aprender de esta experiencia y utilizarla para mejorar la fiabilidad del sistema eléctrico. La intención es que, a través de la presión diplomática y la colaboración con otros países, se logren avances significativos en la construcción de nuevas interconexiones.
Uno de los principales objetivos es aumentar la capacidad de interconexión con Francia, que actualmente es insuficiente para satisfacer las necesidades energéticas de España. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ya había previsto la construcción de nuevas conexiones, pero los plazos se han retrasado debido a la falta de interés por parte de Francia. Sin embargo, tras el apagón, se espera que ambas naciones intensifiquen sus esfuerzos para llevar a cabo estos proyectos.
La creación de un grupo de seguimiento con Portugal también es parte de la estrategia del Gobierno español. Este grupo se encargará de investigar las causas del apagón y de implementar medidas necesarias para evitar que vuelva a ocurrir. La colaboración entre estos países es fundamental para mejorar la seguridad del suministro energético en la península ibérica.
### La Perspectiva Europea
A nivel europeo, la situación ha llamado la atención de líderes como António Costa, presidente del Consejo Europeo, quien ha subrayado la necesidad de mejorar la integración y las interconexiones energéticas de la península con el resto de Europa. Durante un evento reciente, Costa enfatizó que una mejor interconexión energética no solo beneficiaría a España y Francia, sino que también ayudaría a reducir el riesgo de incidentes y apagones en toda la región.
Teresa Ribera, exvicepresidenta de Transición Ecológica y actual vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, también ha hecho eco de esta necesidad. Durante un pleno del Parlamento Europeo, Ribera abogó por desarrollar y ampliar las capacidades de gestión del sistema energético europeo, destacando que la mejora de las interconexiones es esencial para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico.
El Gobierno español es consciente de que la crisis del apagón podría resultar en un aumento en la factura de la luz, ya que se implementarán medidas para reforzar el sistema eléctrico. Sin embargo, se considera que esta inversión es necesaria para asegurar un suministro energético más fiable y sostenible en el futuro.
A medida que se avanza en la planificación de nuevas interconexiones, es crucial que España y Francia trabajen juntos para superar las barreras que han impedido el progreso en este ámbito. La construcción de nuevas conexiones eléctricas no solo es una cuestión de infraestructura, sino que también tiene implicaciones significativas para la seguridad energética y la sostenibilidad del continente europeo.
La situación actual presenta una oportunidad única para que España deje de ser una ‘isla energética’ y se integre de manera más efectiva en el mercado energético europeo. Con la presión adecuada y la colaboración entre los países involucrados, es posible que se logren avances significativos en la mejora de las interconexiones y, por ende, en la seguridad del suministro energético en la península ibérica y más allá.