El sueño de alcanzar la final de la Europa League se desvaneció para el Athletic Club en un partido marcado por la adversidad. En el encuentro de ida de las semifinales, disputado en el emblemático San Mamés, los leones sufrieron una dura derrota ante el Manchester United, que se impuso con un contundente 0-3. Este resultado deja al equipo vasco en una situación crítica, obligándolos a buscar un milagro en el partido de vuelta en Old Trafford.
### Un Comienzo Prometedor que se Torna en Pesadilla
Desde el inicio del partido, la afición del Athletic mostró su apoyo incondicional, creando una atmósfera vibrante en San Mamés. El equipo local comenzó con intensidad, buscando abrir el marcador y aprovechar la localía. Sin embargo, la primera gran oportunidad llegó para el Manchester United, cuando Garnacho anotó un gol que fue anulado por fuera de juego. Este momento, aunque inicialmente desalentador para los visitantes, sirvió como un aviso para el Athletic.
A pesar de las ocasiones claras de los leones, incluyendo un remate de Iñaki Williams que no encontró el fondo de la red, el partido dio un giro inesperado. En el minuto 30, Casemiro abrió el marcador para el United con un cabezazo tras un preciso centro de Maguire. Este gol fue un golpe duro para el Athletic, que había dominado gran parte del primer tiempo.
La situación se complicó aún más cuando, solo cinco minutos después, el árbitro sancionó un penalti a favor del Manchester United tras una falta de Vivian sobre Hojlund. La tarjeta roja mostrada al defensor del Athletic dejó al equipo en inferioridad numérica, lo que cambió drásticamente el rumbo del encuentro. Bruno Fernandes, con su habitual frialdad, convirtió el penalti, poniendo el marcador 0-2 antes del descanso.
### Un Segundo Tiempo de Sufrimiento
Con un jugador menos y un marcador adverso, el Athletic se vio obligado a replegarse en la segunda mitad. El entrenador Valverde hizo ajustes tácticos, buscando mantener la esperanza de una remontada. Sin embargo, el Manchester United, con su plantilla llena de estrellas, comenzó a dominar el juego. La presión del equipo inglés se hizo evidente, y el Athletic se vio acorralado en su propia área.
El tercer gol del United llegó justo antes del descanso, cuando Bruno Fernandes volvió a marcar, esta vez con un disparo desde dentro del área que dejó sin opciones al portero Agirrezabala. Con el 0-3 en el marcador, la misión del Athletic se tornó casi imposible. La afición, que había comenzado el partido con esperanzas, se sumió en el silencio, reflejando la frustración y el desánimo que se apoderó del estadio.
A pesar de los esfuerzos del Athletic por contener el ataque del United, el equipo inglés estuvo cerca de aumentar su ventaja en varias ocasiones. Un disparo de Lindelof se estrelló en el travesaño, y el portero del Athletic tuvo que realizar intervenciones clave para evitar un marcador aún más abultado. La defensa del Athletic, que había sido su punto fuerte durante la temporada, se mostró vulnerable ante la calidad individual de los jugadores del Manchester.
El partido concluyó con un 0-3 que deja al Athletic en una situación crítica. La vuelta en Old Trafford se presenta como un desafío monumental, donde necesitarán no solo un milagro, sino también una actuación casi perfecta para revertir la situación. La afición, aunque decepcionada, aún guarda la esperanza de que su equipo pueda dar la sorpresa en Inglaterra.
El Athletic Club se enfrenta a un reto titánico en la vuelta, donde deberá superar no solo el marcador adverso, sino también la presión de jugar en un estadio tan emblemático como Old Trafford. La historia del fútbol está llena de remontadas épicas, y los leones deberán aferrarse a esa posibilidad si quieren mantener vivo el sueño de la Europa League. La cita está marcada, y el mundo del fútbol estará atento a ver si el Athletic puede escribir un nuevo capítulo en su rica historia.