El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se prepara para comparecer ante el Congreso de los Diputados el próximo 7 de mayo, donde presentará un ambicioso plan de defensa que busca alcanzar el 2% del PIB en inversiones militares para el año 2025. Este plan, que ha suscitado un amplio debate y críticas tanto de sus socios de coalición como de la oposición, se ha diseñado con el objetivo de modernizar las capacidades defensivas del país en un contexto geopolítico cambiante.
### Detalles del Plan de Defensa
El plan de defensa del Gobierno contempla un gasto total de 10.471 millones de euros, de los cuales casi el 19% se destinará a inversiones en material militar. Esta cifra ha generado un fuerte rechazo por parte de algunos socios parlamentarios, especialmente de Sumar, que ya ha expresado su objeción formal en el Consejo de Ministros. La controversia no solo radica en el monto de las inversiones, sino también en el hecho de que el plan fue aprobado sin pasar por el Congreso, lo que ha sido calificado por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, como una “cacicada”.
Desde el Ejecutivo, se argumenta que estas inversiones no afectarán al gasto social ni al déficit público, y que se financiarán a través de remanentes de los presupuestos de 2024, del fondo de recuperación de la Unión Europea y de ahorros derivados de la reducción en el pago de intereses de la deuda. Sánchez ha enfatizado que no se tocará ni un céntimo del gasto social para financiar este aumento en la inversión en defensa, buscando apaciguar las críticas de sus socios.
El plan incluye la adquisición de un nuevo buque de aprovisionamiento, un vehículo de cadenas multipropósito y un sistema de obús autopropulsado, entre otros. Además, se destinarán 928 millones de euros a proyectos destacados como simuladores de paracaidismo y sistemas de entrenamiento integrado para las fuerzas armadas. El Gobierno sostiene que el 87% de estas inversiones se quedarán en España, lo que se presenta como una oportunidad para consolidar el crecimiento económico y generar empleo en el país.
### Reacciones y Críticas
Las reacciones al plan de defensa han sido diversas. Desde Sumar y otros partidos de izquierda, se ha criticado la falta de transparencia y el hecho de que el plan no se someta a la aprobación del Congreso. La oposición argumenta que este tipo de decisiones deberían ser debatidas y aprobadas por la Cámara, dado su impacto en el gasto público y en la política de defensa del país.
Por otro lado, el Gobierno ha intentado presentar el plan como una respuesta a las necesidades de seguridad en un contexto internacional cada vez más complejo. En el informe que acompaña al plan, se destaca que España no busca alentar una escalada armamentística, sino modernizar sus capacidades para hacerlas más eficaces y seguras. Sin embargo, esta afirmación no ha logrado calmar las preocupaciones de aquellos que ven en el aumento del gasto militar una desviación de las prioridades sociales y económicas del país.
El debate sobre el plan de defensa también ha puesto de manifiesto las tensiones internas dentro de la coalición de Gobierno. Aunque Sánchez ha reconocido las discrepancias con Sumar, ha intentado minimizar las diferencias, sugiriendo que existen matices en la discusión. Sin embargo, la oposición y algunos sectores de la sociedad civil continúan cuestionando la dirección que está tomando el Gobierno en materia de defensa y gasto público.
El próximo 7 de mayo, la comparecencia de Sánchez en el Congreso será un momento clave para observar cómo se desarrollará este debate y si el Gobierno podrá convencer a sus socios y a la oposición sobre la necesidad y la viabilidad de su plan de defensa. La forma en que se gestione esta situación podría tener repercusiones significativas en la estabilidad de la coalición y en la política española en general.