La reciente decisión de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) de posponer el debate sobre la ley que permitiría a Catalunya recaudar íntegramente el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) ha generado un amplio espectro de reacciones en el ámbito político. Esta proposición de ley, que fue registrada en septiembre en el Congreso, no se discutirá, al menos, hasta el año 2026. Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro de la financiación autonómica y las negociaciones entre ERC y el Gobierno de Pedro Sánchez.
La decisión de ERC de priorizar otra proposición de ley, centrada en medidas fiscales para combatir la especulación inmobiliaria, refleja una estrategia calculada. Según fuentes cercanas al partido, esta elección se basa en la necesidad de no generar una «distorsión» en las negociaciones sobre la nueva financiación de Catalunya. ERC ha dejado claro que su apoyo a cualquier propuesta de financiación del Gobierno está condicionado a tres requisitos fundamentales: un aumento en los recursos que recibe la Generalitat, el respeto al principio de ordinalidad y la tramitación de la ley del IRPF.
### Contexto de la Proposición de Ley
La ley del IRPF que ERC busca implementar es parte de un acuerdo más amplio que el partido firmó con el PSC en agosto de 2024. Este acuerdo establece que ERC apoyaría la investidura de Salvador Illa a cambio de que el nuevo Govern realice las reformas necesarias para que Catalunya pueda recaudar todos sus impuestos. La ley del IRPF es vista como un primer paso crucial en este proceso, ya que busca modificar tres normativas clave relacionadas con la financiación autonómica: la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), la ley que regula el sistema de financiación de las comunidades de régimen común y la ley de cesión de tributos a Catalunya.
Una de las características más destacadas de esta propuesta es su intención de ser extensible a todas las comunidades autónomas, lo que permitiría que cada autonomía tenga la posibilidad de recaudar el IRPF en sus respectivos territorios. Este enfoque busca desmantelar el argumento de que Catalunya posee «privilegios» en comparación con otras comunidades y garantizar el principio de igualdad, lo que podría proteger la norma de posibles impugnaciones judiciales.
ERC reconoce que la implementación de esta ley es un proceso complejo y de gran trascendencia política. Por ello, han planteado un despliegue en cuatro fases que comenzaría en 2027 y finalizaría en 2029, tiempo que consideran necesario para que la Generalitat prepare su Agència Tributària para asumir esta responsabilidad.
### Implicaciones para la Financiación Autonómica
La decisión de ERC de posponer el debate sobre la ley del IRPF tiene implicaciones significativas para la financiación autonómica en Catalunya. En primer lugar, la falta de un acuerdo inmediato sobre la nueva financiación podría prolongar la incertidumbre en torno a los recursos económicos que la Generalitat recibirá en los próximos años. Esto es especialmente relevante en un contexto donde las comunidades autónomas enfrentan desafíos financieros crecientes y la necesidad de garantizar servicios públicos de calidad.
Además, el hecho de que ERC haya decidido no llevar a debate la ley del IRPF en este momento sugiere que el partido no considera que las negociaciones estén lo suficientemente avanzadas como para presentar la norma. Sin embargo, desde la dirección de ERC se ha afirmado que esta decisión es parte de un «acuerdo» con los socialistas, lo que indica que las conversaciones sobre la nueva financiación continúan en marcha.
La estrategia de ERC parece estar orientada a ganar tiempo y evitar cualquier obstáculo que pueda surgir en el camino hacia un acuerdo. La intención es cerrar un pacto sobre la financiación antes de que finalice este año o a principios del próximo, y luego, en el nuevo período de sesiones que comenzará en febrero, presentar la ley del IRPF para su consideración.
En resumen, la decisión de ERC de posponer el debate sobre la ley del IRPF refleja una estrategia política más amplia en el contexto de las negociaciones sobre la financiación de Catalunya. A medida que se desarrollan estas conversaciones, será crucial observar cómo se articulan los intereses de las diferentes partes involucradas y cómo se traduce esto en cambios concretos en la política fiscal y financiera de la comunidad autónoma.
