El pasado 25 de octubre de 2025, el Teatro Olympia de Valencia se convirtió en un espacio de recuerdo y reivindicación durante un emotivo homenaje a las víctimas de la dana, una tragedia que dejó 229 fallecidos el 29 de octubre de 2024. Este acto, organizado por las asociaciones de afectados y familiares, reunió a un gran número de personas que compartieron su dolor y exigieron justicia ante la falta de respuestas por parte de las autoridades.
La ceremonia comenzó con la actuación de la Nova Muixeranga de Algemesí, que ofreció un recibimiento lleno de emoción. A medida que avanzaba el homenaje, los testimonios de los familiares de las víctimas resonaron en el auditorio, creando un ambiente de profunda tristeza y reflexión. Mariló Gradolí, representante de la asociación de víctimas, dio la bienvenida al público con la voz entrecortada, reflejando el dolor que todos compartían.
Uno de los momentos más impactantes fue la intervención de Toñi García, quien perdió a su hija y a su marido en la tragedia. Su discurso fue un grito de desesperación y exigencia de justicia: «No voy a parar hasta conseguir responsabilidades», afirmó, dirigiéndose directamente al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a quien pidió la dimisión. La indignación de García fue compartida por otros miembros de la asociación, quienes denunciaron la inacción de las autoridades durante la catástrofe.
Rosa Álvarez, otra de las voces presentes en el homenaje, subrayó que «todo falló» el día de la dana, criticando la ineptitud del gobierno y la falta de medidas preventivas. Su declaración de que «Mazón es la persona más miserable del gobierno» resonó entre los asistentes, quienes aplaudieron su valentía al hablar en nombre de aquellos que ya no podían hacerlo.
El acto también incluyó un momento de silencio en el que se proyectaron los nombres de las 229 víctimas en una gran pantalla, un gesto que permitió a todos los presentes recordar a sus seres queridos. Las lágrimas y el silencio se apoderaron del teatro, mientras los familiares reflexionaban sobre los momentos compartidos con aquellos que habían perdido.
La unión entre las víctimas de diferentes tragedias fue un tema recurrente durante el homenaje. Mariló Gradolí y Beatriz Garrote, representante de la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio, subieron al escenario en un gesto simbólico de solidaridad. Este acto de unión entre quienes han sufrido pérdidas por la falta de prevención y justicia fue un recordatorio de que la lucha por la memoria y la justicia es un esfuerzo colectivo.
La música también tuvo un papel importante en la ceremonia. El cantautor Pau Alabajos interpretó su emblemática canción «Línia 1», dedicada a las víctimas del accidente de metro de 2006. Su actuación fue un homenaje a todos aquellos que han perdido la vida en circunstancias trágicas y evitables, y su música resonó en el corazón de los asistentes, evocando recuerdos y emociones profundas.
El homenaje culminó con un momento de unión en el escenario, donde todos los miembros de la asociación y familiares se abrazaron, mostrando una pancarta con el lema: «I ara totes alçem la veu per qui ya no pot alçarla». Este mensaje fue un llamado a la acción, a no olvidar a quienes se fueron y a seguir luchando por justicia y responsabilidad.
Las asociaciones de víctimas han dejado claro que su objetivo no es solo recordar a los que han perdido, sino también garantizar que tragedias como la dana no se repitan. La falta de prevención y la inacción de las autoridades son temas que deben ser abordados para evitar que más familias sufran la pérdida de sus seres queridos. Cada nombre mencionado durante el homenaje fue un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de la memoria colectiva.
El acto en el Teatro Olympia fue más que un homenaje; fue un grito de justicia y un recordatorio de que las víctimas no son solo estadísticas, sino personas con historias, sueños y seres queridos que aún las recuerdan. La lucha por la verdad y la justicia continúa, y el compromiso de las asociaciones de víctimas es firme: no se detendrán hasta que se asuman responsabilidades y se tomen medidas para prevenir futuras tragedias.
