Logroño, la capital de La Rioja, se ha posicionado como uno de los destinos enoturísticos más destacados de España. Este lugar no solo es famoso por su vino, sino que también ofrece una experiencia cultural y gastronómica única que atrae a visitantes de todas partes. En este artículo, exploraremos las bodegas más emblemáticas de la ciudad y cómo el enoturismo se ha convertido en una parte integral de la vida local.
### Un Paseo por las Bodegas de Logroño
La ciudad alberga ocho bodegas que están abiertas durante todo el año, lo que permite a los visitantes disfrutar de una experiencia enológica sin necesidad de desplazarse largas distancias. Desde catas de vino en barricas centenarias hasta visitas a bodegas subterráneas, Logroño ofrece una variedad de opciones que se adaptan a todos los gustos.
Una de las bodegas más destacadas es **Bodegas Ontañon**, que se encuentra a pocos minutos del centro. Este lugar no solo se dedica a la elaboración de vino, sino que también es un espacio artístico donde esculturas y vidrieras crean un ambiente único. La experiencia de cata aquí se convierte en un ritual cultural, donde el arte y el vino se entrelazan.
Otra opción interesante es **Arizcuren**, una microbodega ubicada en el corazón de Logroño. Aquí, Javier Arizcuren elabora vinos artesanales a partir de viñedos familiares, destacando variedades minoritarias que han conquistado los paladares de los mejores restaurantes con estrella Michelin. Esta bodega representa el lado más urbano y personal del vino en La Rioja.
**Viña Ijalba** es otra parada obligatoria, siendo pionera en la producción de vinos ecológicos en la región. Esta bodega ofrece un recorrido por variedades autóctonas, algunas de las cuales han sido recuperadas del olvido. Pasear por sus viñedos es una experiencia que conecta al visitante con la historia viva del viñedo riojano.
### La Cultura del Vino en Logroño
Visitar las bodegas de Logroño no es solo una actividad recreativa; es una inmersión en la cultura del vino. Cada bodega cuenta una historia diferente, pero todas comparten una pasión común por el vino y la tierra. En **Bodegas Franco-Españolas**, por ejemplo, los visitantes pueden disfrutar no solo de catas, sino también de una agenda cultural que incluye teatro, cine y música. Fundada en 1890, esta bodega centenaria es un testimonio del legado vinícola de la región.
La arquitectura también juega un papel fundamental en la experiencia del enoturismo en Logroño. **Bodegas Olarra**, diseñada por el arquitecto Juan Antonio Ridruejo, es un ícono de la arquitectura enológica en España. Su sala de barricas, con 111 cúpulas, crea un juego de luz y textura que realza el proceso de crianza del vino, convirtiendo la visita en una experiencia estética inolvidable.
Por otro lado, **Marqués de Murrieta** es la primera bodega de la Denominación de Origen Rioja y representa el equilibrio entre tradición e innovación. Fundada en 1852, sus vinos han sido reconocidos a nivel mundial. La bodega-museo y la nueva zona de elaboración ofrecen una experiencia enoturística que integra patrimonio, innovación y alta gastronomía.
**Campo Viejo**, ubicada a solo cinco kilómetros del centro, sorprende con su arquitectura subterránea y sostenible. Su sala de barricas, que alberga 70,000 unidades, es una de las más impresionantes del mundo, diseñada para que los visitantes descubran el vino en un entorno espacial único.
Finalmente, **Marqués de Vargas** ofrece una experiencia de pago rodeada de viñedos, donde se elaboran Reservas y Grandes Reservas exclusivamente con uvas de su finca Pradolagar. Este enfoque en la calidad y la elegancia se refleja en cada copa de vino que se sirve.
### Gastronomía y Vino: Un Maridaje Perfecto
El enoturismo en Logroño no estaría completo sin mencionar la rica gastronomía local. La ciudad es famosa por sus tapas en la calle Laurel y los pinchos creativos en San Juan. Los restaurantes de vanguardia han hecho de Logroño un referente gastronómico, donde cada comida puede ser maridada con un excelente vino de la región.
La combinación de vino y comida es una parte esencial de la cultura riojana. Los visitantes pueden disfrutar de una cata de vinos en una bodega y luego dirigirse a un restaurante cercano para degustar platos típicos que complementan perfectamente los sabores del Rioja.
Logroño se presenta como un destino enoturístico que combina vino, cultura y gastronomía en un solo lugar. Con su rica historia, bodegas innovadoras y una oferta gastronómica excepcional, es el lugar ideal para aquellos que buscan una escapada diferente y enriquecedora. Ya sea que estés interesado en la historia del vino, la arquitectura o simplemente en disfrutar de una buena copa, Logroño tiene algo que ofrecer a todos.