La situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico tras años de conflicto, dejando a la población en una situación desesperada. Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA España, ha compartido su visión sobre el papel de la agencia de la ONU en la región y las implicaciones de la reciente tregua en el conflicto. Con más de 68,000 palestinos muertos y un número creciente de desplazados, la necesidad de ayuda humanitaria es más urgente que nunca.
**La Lucha por la Ayuda Humanitaria**
A pesar de que UNRWA tiene 6,000 camiones listos para llevar alimentos a Gaza, la entrada de estos suministros se ha visto obstaculizada por las restricciones impuestas por Israel. Raquel Martí enfatiza que no hay escasez de comida, sino que el verdadero problema radica en la falta de acceso. «Es suficiente para alimentar a dos millones de personas durante tres meses», afirma, subrayando la paradoja de tener recursos disponibles pero sin poder entregarlos a quienes más los necesitan.
La situación se complica aún más por la falta de un acuerdo de paz duradero. La reciente aceptación del plan de paz propuesto por Donald Trump ha generado tanto esperanza como escepticismo. Martí señala que, aunque hay una ventana de oportunidad, las negociaciones anteriores han fracasado y la desconfianza entre las partes sigue siendo alta. «Hemos vivido ya unas cuantas negociaciones en las que se ha fracasado», comenta, refiriéndose a los altos el fuego que han sido violados repetidamente.
**El Futuro de Palestina y el Rol de Hamás**
La posible desaparición de Hamás es un tema delicado que Martí aborda con cautela. Ella considera que su eliminación podría ser beneficiosa para el pueblo palestino, ya que la organización ha estado en el poder desde 2006 sin permitir elecciones. «La población palestina tiene derecho a elegir a sus gobernantes», dice, sugiriendo que la falta de democracia ha contribuido a la crisis actual.
Sin embargo, la crítica hacia Hamás no es unánime. Muchos en Gaza sienten que la organización ha fallado en proteger sus intereses, especialmente tras los ataques del 7 de octubre que desencadenaron una nueva ola de violencia. Martí menciona que la situación de las mujeres ha empeorado bajo el régimen de Hamás, con el aumento del matrimonio infantil y la imposición de normas restrictivas. «Nos preocupa que se permita el matrimonio infantil, que ha aumentado muchísimo en Gaza», señala, reflejando la urgencia de abordar los derechos humanos en la región.
La crítica hacia UNRWA también ha aumentado, con acusaciones de que la agencia colabora con terroristas. Martí defiende la neutralidad de la organización, afirmando que no tiene un servicio de inteligencia ni policía, y que las acusaciones carecen de fundamento. «Israel ha dado siempre el visto bueno a la lista de nuestros empleados», explica, sugiriendo que la campaña en contra de UNRWA es parte de una estrategia más amplia para deslegitimar la ayuda humanitaria en Gaza.
**La Necesidad de un Plan de Paz Justo**
Martí también aborda la necesidad de un plan de paz que incluya a todas las partes involucradas. Ella argumenta que para que un acuerdo sea justo, ambas partes deben sentirse como perdedoras. La falta de mención de Cisjordania en el plan de Trump es un punto crítico, ya que la paz no puede lograrse sin abordar la ocupación de todos los territorios palestinos. La creación de un Estado palestino con fronteras seguras es esencial, pero se enfrenta a la oposición de líderes israelíes como Netanyahu.
La situación actual es insostenible, y la comunidad internacional debe actuar con urgencia. La Corte Internacional de Justicia está investigando las acusaciones de genocidio, y aunque no se puede emitir un juicio definitivo hasta que se complete el proceso, la evidencia acumulada es preocupante. «Hay que hacer todo lo posible para que no se produzca un genocidio o se deje de producir», concluye Martí, resaltando la necesidad de acción inmediata.
La lucha por la paz en Gaza es compleja y multifacética, y las voces como la de Raquel Martí son cruciales para entender la realidad en el terreno. La comunidad internacional debe prestar atención a estas narrativas y trabajar hacia una solución que priorice la vida y los derechos de los palestinos.