La planta regasificadora del puerto de El Musel, ubicada en Gijón, se encuentra en una encrucijada de oportunidades y desafíos en el contexto de la transición energética. Enagás, la empresa responsable de la operación de esta instalación, ha comenzado a explorar nuevas posibilidades que van más allá de su función original como centro logístico de gas natural licuado (GNL). Recientemente, su director general de Infraestructuras, Claudio Rodríguez, se reunió con el director general de Energía y Minería del Principado de Asturias, Javier Cueli, para discutir el futuro de la planta y su potencial para contribuir a la descarbonización de la industria asturiana.
### La Regasificadora como Centro de Tratamiento de CO2
Uno de los temas centrales de la reunión fue la posibilidad de que la regasificadora de El Musel se convierta en una planta de tratamiento y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2). Esta iniciativa surge en respuesta a la creciente presión sobre las industrias para reducir sus emisiones y avanzar hacia prácticas más sostenibles. Asturias, con su base industrial intensiva en emisiones, se presenta como un candidato ideal para implementar este tipo de soluciones.
Claudio Rodríguez destacó que, tras dos años de operación, la planta ha alcanzado un estado de estabilidad, lo que permite comenzar a pensar en su futuro más allá de 2026, cuando finaliza la actual autorización de funcionamiento. La idea de transformar la regasificadora en una instalación multimolécula, que incluya el hidrógeno verde y el bioGNL, se mantiene en la agenda de Enagás. Sin embargo, la evaluación de las posibilidades del CO2 también se considera crucial, dado el potencial que tiene para contribuir a la sostenibilidad de la región.
La estrategia de Enagás no es única de El Musel. La empresa ya está explorando la posibilidad de operar con CO2 en la regasificadora del puerto de Bilbao, donde se planea recepcionar CO2 capturado en las industrias cercanas, licuarlo y almacenarlo para su posterior transporte a instalaciones de almacenamiento en Francia. Esta sinergia entre plantas regasificadoras e industrias es un modelo que podría replicarse en El Musel, abriendo nuevas oportunidades para la economía local.
### Sinergias Industriales y el Potencial del Hidrógeno Verde
La conversación entre Enagás y el gobierno asturiano también abordó las sinergias que podrían surgir entre la planta de El Musel y el entorno industrial circundante. La posibilidad de desarrollar un ecosistema que fomente la producción y el uso de hidrógeno verde es una de las áreas de interés. Este tipo de hidrógeno, producido a partir de fuentes renovables, se considera una de las claves para la descarbonización de la industria y el transporte.
El hidrógeno verde tiene el potencial de ser un vector energético fundamental en la transición hacia una economía baja en carbono. En este sentido, la ubicación estratégica de la regasificadora de El Musel podría facilitar la integración de esta tecnología en el tejido industrial asturiano. La colaboración entre Enagás y las industrias locales podría resultar en la creación de un hub de hidrógeno que no solo beneficie a las empresas, sino que también impulse el desarrollo económico de la región.
La evaluación de las sinergias entre el CO2 y el hidrógeno verde es un aspecto que Enagás está tomando en cuenta. Claudio Rodríguez mencionó que el desarrollo de estas tecnologías en Asturias podría tener un impacto significativo, tanto para la planta como para la sociedad en general. La transición hacia un modelo energético más sostenible no solo es un imperativo ambiental, sino también una oportunidad para revitalizar la economía local y crear nuevos empleos en sectores emergentes.
La planta de El Musel, por lo tanto, se posiciona como un actor clave en la transición energética de Asturias. A medida que se exploran nuevas posibilidades y se desarrollan estrategias para la descarbonización, la colaboración entre el sector público y privado será esencial para maximizar el potencial de la regasificadora y contribuir a un futuro más sostenible para la región. La capacidad de adaptarse y evolucionar en respuesta a las necesidades del entorno industrial será determinante para el éxito de estas iniciativas.